Apología del castrado
Lieto così talvolta (Adriano in Siria, Pietro Metastasio)
Mi corazón no estaba mutilado
pero nunca sufrí más de la cuenta.
¿Quién añora en la calma la tormenta?,
pensé cuando el amor pasó a mi lado.
Donde todo es inocuo y extremado,
fingí su desvarío. No consienta
esa torpe pasión que me arrepienta
por el alto destino del castrado.
Sorprende a estas alturas de la historia
que un receloso asombro y la piedad
ofusquen la alegría de mi gloria.
No hizo a una vida estéril su quebranto.
La música le dio la eternidad
al efímero reino de mi canto.